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lunes, 24 de octubre de 2016

¿Pero a quien hemos puesto al mando?

Les comento la jugada.  El actual líder del PSOE (aunque no crean, podría haber sido de cualquier partido, como verán mas tarde) sale ayer en una rueda de prensa, hablando de la próxima investidura del glorioso señor Rajoy. Parrafada va, parrafada viene para explicar el inexplicable desastre de los últimos días en el PSOE y que es lo que van a hacer. Así se pasa  hablando media hora para no decir nada, como suelen hacer los políticos.

Y en esto que no se le ocurre otra cosa que soltar que "Los diputados del PSOE deberán abstenerse [en la votación del investidura] porque hay un mandato imperativo del comité federal".   Paren maquinas.  Resulta que este señor es presidente del principado de Asturias desde el 2012. Ha sido diputado y senador por Asturias, durante mas de 12 años. Y eso sin contar los cargos internos. En definitiva, lleva en política toda su vida como quien dice. Pues bien, este señor parece no saber que la Constitución Española, en su articulo 67.2 dice que "Los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo".


Alguien que ha sido (entre otras cosas) diputado 4 años, y senador durante 9, no sabe lo que la constitución dice sobre como funcionan los diputados.  Y este señor es ahora mismo (o eso parece) la persona al mando del principal partido de la oposición.


Pero no se crean, oigan, que en este cachondeo en el que hemos convertido España, tenemos para todos.  Un presidente del gobierno que cree que salir por una pantalla es dar una rueda de prensa, y que no sabe mencionar el nombre "de esa persona que usted dice". Un presidente de  Cataluña que le da medallas a alguien que afirma que el catalán tiene mas de 2200 años.    Jefes de la oposicion que se dedican a intervenir en directo en el "Salvame". Lideres de partido que afirman por activa y por pasiva que jamas apoyaran a fulanito, y en menos de 15 días pasan a pactar con el un programa de mas de 100 puntos. Presidentas de comunidad autónoma sin un trabajo conocido mas allá de su vida política, y nuevos políticos que afirman que personas condenadas por pertenecer a ETA son hombres de Paz.  Se diría que en la política española no cabe un tonto mas, pero no se preocupen que si nos apretamos alguno mas seguro que entra.


Lo mas triste de todo es que a estos señores los hemos votado nosotros. Si, si, ustedes y yo.  Y el vecino del quinto, ese tan pesado. También. Pero los importantes somos ustedes y yo. Porque somos responsables de quienes nos gobiernan.


Desde hace unos años, y como ya he comentado en alguna ocasión nos han vendido que lo importante en política no es lo que dicen o hacen, sino lo que nos hacen sentir. Y los políticos se han puesto a ello. ¿Alguien sabia quien era Miquel Iceta, hasta que  un día decidió echarse un bailecito en un miting? ¿Creen ustedes que Pedro Sánchez llamo al salvame para hablar de macroeconomía mundial? Por seguir con los bailecitos... ¿Que recuerdan ustedes de la entrevista a la vicepresidenta en "el hormiguero" aparte de sus dotes para los saltitos?


 Y lo peor es que hemos comprado todo esto.  Les hemos votado. No me malinterpreten, no me importa que un político sepa bailar mejor que yo (cosa poco difícil), o que vaya a cocinar con Arguiñano, o a echarse unas charlas con Bertin Osborne. Pero hemos mandado a esas personas al parlamento sin molestarnos en saber que aptitudes tienen aparte de saber ser simpáticos.   No sabemos que van a hacer en educación, o cuales son su méritos y capacidades para manejar la economía de un país mas allá de los cuatro esloganes que nos lanzan.  No sabemos si son buenos en lo suyo, si han sido capaces de hacer una carrera, si han trabajado alguna vez en su vida... No sabemos nada ni les exigimos nada, mas allá de que sus lideres sean guapos y caigan mas o menos bien.


Hasta que tienen que empezar a actuar y a mandar en el país, claro.

Entonces es cuando nos preguntamos: ¿Pero a quien demonios hemos puesto al mando?


domingo, 26 de junio de 2016

Los quijotes cuerdos



Hace algunos días,  estuve en un acto en el que  entre otras personas participaba Fernando Iwasaki. Como siempre suele hacer, hizo referencia al Quijote, concretamente al mas famosos de sus episodios. Me refiero evidentemente a la carga de don Quijote contra los molinos, que el veía como gigantes, saliendo descalabrado al chocarse contra ellos. Creo recordar  que hacia referencia Iwasaki al valor de unas cuantas personas por cargar contra esos malvados gigantes como don Quijote.


Y lo cierto es que aunque, evidentemente, mi talla intelectual no este ni mucho menos a la altura de el, creo que Iwasaki se equivoca. Ser don Quijote es muy fácil.


Es muy fácil coger la lanza y cargar gloriosamente cuando estas viendo a unos enormes ogros. Sabes que tendrás una batalla gloriosa y que quizás consigas ganar. Lo difícil, lo duro de verdad, es hacer eso mismo cuando lo que estas viendo son  molinos y sabes que vas a salir descalabrado.


Y no obstante hay algunos que lo hacen. Que cogen su lanza, a rocinante, enfilan al molino y inician el galope sabiendo que se la van a pegar. Porque alguien tiene que hacerlo. Y que aunque esos molinos no se vayan a mover del sitio jamas, alguien tiene que lanzarse.

Y evidentemente llega el  inevitable golpe. Y los molinos siguen allí.  Y no se van a mover.





En ese momento el resto del mundo, o buena parte de el, te elogia por haberte lanzado porque todos saben que es lo correcto. Lo que hay que hacer aunque pocos lo hagan. Lanzarse contra esos malditos molinos que no se van a mover.  Y la mayoría de los que se han lanzado una vez recuperan el aliento, recogen la lanza del suelo, se vuelven a montar en rocinante y vuelven a cargar. Porque sigue siendo lo correcto. Porque los molinos siguen allí.


Pero los que ven molinos y no gigantes, no tienen la ventaja de don Quijote. No están locos. Saben que los molinos no se van a mover. Y tras varios golpes y caídas hasta la mas idealista de las personas coge, levanta la cabeza y ve que los molinos siguen ahí. Y que van a seguir estandolo.

Algunos van desistiendo. ¿Quien podría culparles?. Ya han hecho su parte. Mas que muchos.  Tras recibir golpe tras golpe, no todos son ánimos y alabanzas (¿pero porque sigues haciéndolo, si el molino no se va a mover?). Y aun así sigues levantandote. Volviendo a montarte y a cabalgar contra el maldito molino inmóvil.

Porque nadie ofrece una opción mejor. Nadie tiene una idea mejor para derribar el infame molino que esta allí en medio y que todos ven, pero contra el que cada vez menos se lanzan.  Ser don Quijote es muy fácil. Los locos no ven venir el golpe, y creen que los gigantes pueden ser abatidos. Los molinos en cambio... Malditos sean los molinos y malditas las aspas que  tiran al jinete  una vez tras otra.

Y sigues cargando contra los molinos, porque sigue siendo lo correcto. Aunque no se vayan a mover. Y sigues estrellándote una vez tras otra. Y cada vez eres mas viejo, estas mas cansado y sois menos los que os lanzais contra los molinos.


Hasta que un día, tras la ultima caída, miras hacia arriba y lo ves. Imponente, majestuoso, con sus aspas movidas por el viento. Ese condenado molino. Y finalmente entiendes  que jamas se va a mover hagas lo que hagas. Nunca.


Pero los molinos siguen allí.

Y sigue siendo lo correcto.


Ser don quijote es muy fácil. Lo difícil es cargar cuando sabes que son molinos.




sábado, 18 de junio de 2016

La izquierda y la razón.



Si echamos la vista atrás y miramos lo que ha sucedido a lo largo de la historia de los 3 últimos siglos, tradicionalmente han sido los sectores que podríamos asociar a la derecha los que mas han se han asociado a la defensa de los sistemas basados en la fe y la moral. Es una generalización evidentemente, pero como norma han sido casi siempre los sectores conservadores las que mas han defendido cosas como la religión, la moral o la patria.


Frente a esto a lo largo de los siglos XVII y XVIII surgió en Europa la ilustración. Un movimiento que sostenía  que el mejor sistema para conseguir un mundo mejor era el uso de la razón para combatir la ignorancia y la tiranía. Aunque no pueda compararse exactamente con la izquierda de hoy en día (La mayoría de los intelectuales que lo defendían no es que fuesen pobres que digamos, y muchos provenián incluso de la nobleza) en España este movimiento estuvo frecuentemente enfrentado con aquellos que basaban sus ideas en la moral. Particularmente con la iglesia y "los patriotas". El caso de los "afrancesados" es un buen ejemplo de esto.


Por eso me resulta particularmente extraño, y personalmente muy preocupante, que ahora en el siglo XXI, los papeles parezcan invertirse.

Esta claro que sigo generalizando, pero hay una buena parte de la izquierda que ha abandonado la razón, para instalarse en el reino de la moral. Los animalistas, los feministas radicales, los nacionalistas, los defensores de las terapias alternativas... Todos ellos tienen algo en común, y es  que no necesitan argumentos racionales para defender sus ideas.
Evidentemente no me refiero a aquellas personas que creen que hay que cuidar el medio ambiente, o que pelean para conseguir la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Ese tipo de gente suele ser bastante normal y racional.  Me refiero a aquellos grupos que defienden cosas como que usar ratones de laboratorio ,en investigación medica debe estar prohibido siempre y en cualquier caso,  que creen que para entrar en una universidad de profesor es mas importante saber un idioma concreto que tener un doctorado, o que se dedican a filosofar sobre las maldades del heteropatriarcado.


Todos estos grupos tienen algo en común. Es imposible discutir con ellos porque creen tener la superioridad moral. Sus argumentos no se basan en las pruebas o en los datos (de hecho suelen despreciarlos en la mayoría de los casos, con la lógica de que "esas pruebas están hechas por las farmaceuticas", " la mayor plaga es el hombre" o " nuestra nación sera lo que quiera ser"). La parte de lucha contra la autoridad que  esta asociada a la izquierda ha pasado a considerar a la ciencia y lo racional como parte del "stablishment", y por lo tanto a ser algo irrelevante cuando no directamente repudiable.


Por supuesto en la derecha no es que haya desaparecido la superstición. Sigue habiendo una parte que sigue poniendo a dios y a la patria como argumento para todo. Pero si miramos a ambos lados, mientras que en la derecha  este fenómeno parece que esta en  retroceso (¿Quien le hace caso ciegamente a la iglesia hoy?) en la izquierda en cambio esta en pleno auge.

Se suele hablar despectivamente de "la superioridad moral de la izquierda", refiriéndose  a que la izquierda no necesita justificar sus acciones. ¿para que? Según ellos sus ideas son mejores porque si, porque ellos lo valen, y los que no ven la bondad universal de sus argumentos es porque son unos fachas o unos ignorantes.  Evidentemente estoy exagerando... pero cada vez hay una parte mayor de la izquierda que realmente es así.


Lo cierto es que me preocupa. Me preocupa porque creo que una izquierda racional, inteligente, y que busque el bien común, es necesaria para el país. Pero esa izquierda en España a día de hoy, esta politicamente desaparecida.


Y ante la superstición de los que lo basan todo en la religión o los mercados, lo que tenemos es la superstición de los que creen que las vacunas causan autismo.


Creo que a todos ellos habría que darles con un libro (a ser posible de ciencias) en la cabeza.

sábado, 26 de marzo de 2016

Fiat justitia et pereat mundus



"Que se haga justicia aunque se acabe el mundo". Este era el lema del emperador Fernando I de Hausburgo, hermano de Carlos V, allá por el siglo XVI. 


Que se cumpla la ley, aunque se acabe el mundo. Tenemos muchos mas conceptos así en la cultura occidental: desde el "dura lex sed lex" (Una ley injusta, sigue siendo una ley), hasta el "rule of law" (el imperio de la ley) anglosajón. Por desgracia parece que la cultura occidental, en el sentido clásico del termino, va perdiendo cada vez mas terreno frente a la actual cultura del Facebook.  Twitter y sus minimensajes de 140 caracteres están ganando la guerra: Queda muy bien citar frases que suenan importantes y que te dan un aura de intelectual, pero no queda espacio para explicar lo que significan o su importancia.


Todo esto viene a cuenta de dos cuestiones que han aparecido en las redes sociales, y después hasta en la prensa hace relativamente poco: En primer lugar la reacción de las redes sociales ante foto de un famoso humorista posando con un guepardo que había cazado en África, y en segundo lugar, el acoso de una serie de mujeres hacia un bloguero al que acusaban de colocar vídeos machistas en youtube.


Vaya por delante que  ni me gusta la caza, ni voy a defender el machismo, pero mi pregunta es: ¿Estas personas cometieron algún delito? Pues ni idea. Porque en vez de ir a un juzgado a denunciar lo que alguien considerase reprobable, la gente decidió linchar a estas dos personas mediaticamente a través de las redes sociales. Y en el caso del bloguero, plantarse en su barrio, en su cafeteria, y hacerle un escrache hasta que se tuvo que ir.  Y así pasamos del "imperio de la ley" a "la ley soy yo".





¿Es el sistema legal perfecto? Por supuesto que no. Las leyes son siempre mejorables y además en nuestro país la justicia parece aspirar a ser eterna, en el mal sentido de la palabra. Pero si hay una ley mala, se cambia (los que decían que es imposible, que piensen que la mitad de diputados son de partidos que no existían hace cuatro años). Desde luego considero que es siempre preferible a tener un gobierno regido por la moral del que mas grita.


Si aceptamos que este señor no puede cazar, o el otro colgar sus comentarios en youtube porque a unos cuantos no les gusta, independientemente de que sea legal o no ¿Entonces quien pone el limite? ¿Debemos aceptar que tenemos que callarnos nuestras opiniones y fotos en youtube (o en cualquier lugar publico) porque a un grupo de gente no les gusta lo que decimos? 


Lo pondré mas claro: ¿Que diferencia hay entre que unos ecologistas impongan su opinión moral a un cazador, y que la iglesia católica imponga su opinión moral a una mujer? ¿Que estamos de acuerdo con los primeros, pero no con los segundos? ¿Que nosotros creemos que lo primero es moral y lo segundo no?


Una respuesta frecuente de quien defiende estas actuaciones suele ser: "Es que la sociedad esta en contra de la caza, pero no de lo otro". Ante eso mi pregunta es ¿Que sociedad? ¿Como han evaluado y contado la opinión de cada individuo de España, para saber lo que piensa la sociedad? La respuesta está clara: No lo han hecho. Solo se tiene en cuenta lo que piensa "mi" sociedad. El grupo de gente que vive cerca mía, y que suele tener una educación y unas circunstancias similares, y por tanto una moral similar.


Lo mas peocupante es lo siguiente: Si aceptamos que un grupo nos imponga su moral, ¿por que no van a poder hacerlo el resto? "No es lo mismo" diréis alguno. Y mi respuesta es... ¿seguro?  ¿Cuantas veces habéis dejado de hacer algo, para que no os miren mal? ¿Cuantas veces habéis pensado "mejor me callo" para no tener un problema?. 

Quizás sea una suposición mía, pero tengo la impresión de que esas cosas pasan demasiado a menudo. Y creo que cada vez pasan mas.


Por eso yo reivindico el imperio de la ley. Reivindico mi derecho a hacer y decir lo que me de la gana mientras sea legal, sin miedo a que eso me afecte. Sin miedo a que se me linche en la plaza del pueblo virtual, o lo que es peor, en la real, porque el grupo de turno diga que no concuerdo con sus criterios morales.


Así que por eso hoy  500 años después, afirmo:

Fiat justitia et pereat mundus.




Edito:  Tras recibir un par de comentarios de los lectores, creo que quizas no me he expresado de forma clara. Evidentemente la gente esta en todo su derecho de expresar su opinion acerca de estos señores, o a  dejar de seguirles.   Pero a lo que no tienen derecho es a  dedicarse a proferir amenazas,  calumnias,  difamaciones, etc. etc. etc.  Cosas todas las cuales estan prohibidas por la ley. (Si, tambien en twitter).

A eso me refiero con la expresión "linchamiento en la plaza del pueblo virtual".

martes, 16 de febrero de 2016

El Zika en España: el problema no es el virus.



A estas alturas no creo que haya nadie en España que no haya oído al menos una noticia sobre el Zika.

Como posiblemente todos sabéis ya es una enfermedad que se esta transmitiendo de forma rapidísima por Suramerica y América Central, y que aunque no suele tener mas importancia que una gripe, si parece que puede dar problemas serios en embarazadas.  Ahora bien.. ¿Cual es el riesgo real de que pase algo en España?


En la actualidad ya tenemos algún que otro caso importado. Es decir, gente que se ha infectado en otros países, y que llega a España ya enferma, o incubando la enfermedad.


La forma de transmisión de esta enfermedad, como  muchas otras, es a través de los mosquitos. Pero no vale cualquier mosquito. El virus Zika se transmite principalmente a trabes de un mosquito concreto, llamado Aedes aegipty, el cual además transmite cosas como el Denge o la Fiebre amarilla, muchísimo mas serias que el Zika.

En España, este mosquito no existe, pero existe su primo hermano, el mosquito tigre Aedes albopictus, que actualmente se encuentra sobre todo en zonas de Cataluña y Valencia.  Este bicho (aparte de tener una picadura muy dolorosa) ya ha conseguido que en España se haya dado el primer caso autóctono de Chikungunya. Otra enfermedad  no muy grave, pero un precedente que si lo es.  A día de hoy las poblaciones de mosquito tigre que hay en España no parecen ser muy buenos transmisores, pero esto puede cambiar, sobre todo si entran otros mosquitos que suelen ser mejores transmisores en sus países de origen. Y en este caso concreto el cambio climático no ayuda. El frió hacia  que estos mosquitos se mueran en invierno, o que estén poco tiempo activos pero ahora ya no es así.


En todas estas enfermedades, el problema es el mismo: poner en el mismo sitio a la gente enferma y el mosquito transmisor.

No podemos evitar que una persona enferma llegue tarde o temprano a España. Mas que nada porque en muchos casos llega gente que aun no ha dado síntomas de la enfermedad, o que no va a desarrollarla porque su sistema inmune acaba con ella antes de que de síntomas.

Lo que si podemos es evitar que el mosquito llegue. Se debe instalar un sistema de vigilancia de insectos invasores, Se debe crear (y revisar que se cumpla) una normativa que obligue a fumigar correctamente las mercancías donde suela viajar (como neumáticos viejos, en el caso de los mosquitos, o maderas en el caso de escarabajos) y un plan para acabar con estos insectos una vez detectados cuando aun estamos a tiempo de hacerlo.


Todo esto requiere dinero, si, pero es mas barato que la alternativa.

Pensemos en todo el dinero que cuesta la lucha contra el picudo rojo, y estamos hablando de un insecto que ataca a las palmeras.

Y ahora pensemos lo que nos costaría pelear contra la Malaria, el Dengue o la Fiebre amarilla (por no hablar de enfermedades "menores" como el Zika o la Chikungunya).

Y si no empezamos a controlar los insectos invasores desde ya, la duda no es si estas enfermedades se expandirán por España. La duda es cuanto tardaran en hacerlo.